"La mejor manera de hacer es ser", dijo Lao Tzu hace unos dos mil años. A pesar de su antigüedad, el mensaje no ha perdido vigencia. "Para tener, es necesario primero hacer, y para hacer es necesario primero ser", dice Stephen Covey.
Lo visible (el efecto) llama la atención y oculta la importancia de lo invisible (la causa). Por eso, desde que el mundo es mundo, las personas, seducidas por el resultado, pierden de vista la infraestructura y el proceso que son pre-condiciones para obtenerlo. La paradoja es que para conseguir un resultado, es necesario primero comportarse de manera tal de producir ese resultado y para comportarse de tal manera, es necesario ser la persona (equipo, organización) capaz de comportarse de la manera requerida para producir los resultados deseados.
Al concentrarse en el ser, la persona se vuelve mucho más flexible para modificar su acer (y por ende su obtener). Igualmente, al concentrarse en sus valores fundamentales, una organización se vuelve mucho más flexible para modificar sus estrategias (y por ende sus resultados). Esta flexibilidad noe s simplemente una buea idea; en un mundo en permanente cambio, es un requierimiento vital para la supervivencia.
Comentarios
Publicar un comentario