Cualquier lugar o trabajo puede tener
sus peligros. Esta es la razón para tener reglas y procedimientos de seguridad
que busquen evitar las consecuencias de
tener contacto con dichos peligros.
La actitud positiva hacia la
seguridad se desarrolla a partir de la preocupación por la importancia que
tiene seguir los procedimientos de trabajo seguro en todo momento, esta
preocupación desafortunadamente no constituye un atributo automático de los
trabajadores. Debe ser desarrollada a través de programas bien definidos y con
una estrategia de enseñanza adecuada y de incentivos.
El desarrollo de
una actitud positiva en los trabajadores en relación a la productividad con
seguridad es una de las tareas más Importante del supervisor operativo.
El supervisor debe familiarizarse e
involucrarse por completo con sus colaboradores y trabajar con ellos en equipo,
de allí que la comunicación se convierte en un factor fundamental para el
desarrollo y mantenimiento de actitudes o conductas seguras en los trabajadores
y cumplan con las normas de seguridad así como también de que cuenten siempre
con los implementos básicos de protección.
Los trabajadores
deben conocer la manera como mantener las cosas ordenadas en su lugar de
trabajo, como manipular las sustancias químicas, de qué manera amontonar la carga,
que herramientas utilizar pero también necesitan saber algo muy importante: que
en última instancia ellos o ellas son responsables también por su seguridad.
Nuestro propio
conocimiento sobre la seguridad debe enseñarnos la manera de cómo adaptarnos
para evitar las posibles causas de accidentes.
Por eso para que
los supervisores puedan tener éxito, deben lograr que sus subordinados conozcan
el mejor aparato de seguridad disponible: ellos mismos.
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